Quilmes, 9 Jun. 11 (AICA)
Reconocimiento a monseñor Stockler
El martes 7 de junio, el obispo de Quilmes, monseñor Luis Stöckler, fue distinguido como “Personalidad destacada del Partido de Quilmes” en el Concejo Deliberante de esta ciudad.
En esta sesión especial participaron 18 concejales, el presidente del Concejo, José Migliaccio, sus colaboradores y el intendente, Francisco Gutierrez.
El reconocimiento fue otorgado por el trabajo incansable de monseñor Stöckler, no sólo en estos nueve años al frente de la diócesis de Quilmes, sino desde su ordenación sacerdotal en Alemania, su acción en Lomas de Zamora y en Goya (Corrientes).
El obispo destacó que este reconocimiento “se debe más a mi cargo que a mi persona. Lo que soy y tengo, se lo debo a la Iglesia que me llamó a su servicio y que brinda un aporte significativo a la sociedad”.
A su vez, afirmó que comparte la distinción con “todos aquellos que ponen el hombro en nuestra Iglesia quilmeña. Muchos de ellos ya lo hacen desde los tiempos de mi antecesor, monseñor Jorge Novak, con quien comprendieron que ser buen ciudadano y buen cristiano son cualidades que se reclaman mutuamente”.
“El trabajo pastoral – afirmó el prelado- es una acción silenciosa, escondida, paciente sobre las conciencias y pone los cimientos sólidos de respeto y lealtad, sobre los cuales la sociedad civil puede construir la convivencia en paz y confianza”.
Con respecto a la tarea que desarrolla la Iglesia junto a Cáritas, monseñor Stöckler dijo: “La Iglesia no dispone de recursos económicos para responder a las inmensas necesidades y carencias de nuestra gente. Pero sí, gracias a Dios, tiene miles de fieles que ponen su corazón, su tiempo y su talento, para estar cerca de los vecinos que necesitan de una mano tendida. Aún si el Estado pudiera responder materialmente a la enorme demanda, nunca debería faltar el gesto de afecto y comprensión para con el necesitado”.
“Deseo a este Honorable Concejo y al Poder Ejecutivo los dones del Espíritu de Dios y que las virtudes cardinales de la prudencia, de la justicia, de la fortaleza y de la templanza sean las líneas rectoras en la conducción de esta querida comuna de Quilmes”, concluyó el obispo. +
Texto completo del agradecimiento
AGRADECIMIENTO
Palabras de monseñor Mons. Luis T. Stöckler, obispo de Quilmes
al Concejo Deliberante (7 de junio de 2011)
Estoy consciente que esta distinción como Personalidad Destacada del Municipio de Quilmes se debe más a mi cargo que a mi persona. Lo que soy y tengo, se lo debo a la Iglesia que me llamó a su servicio y que, esto sí, brinda un aporte significativo a la sociedad. En este caso hablo de la Iglesia diocesana de Quilmes, que me fue confiada hace nueve años, para conducirla con la colaboración de sacerdotes, religiosos, religiosas y de muchos laicos, con los cuales comparto la responsabilidad en los ámbitos de la pastoral, de la educación y de lo social.
En cuanto al trabajo pastoral, que es la misión propia e indispensable de la Iglesia, si bien no apunta al bien común temporal, que es tarea inmediata del Estado, sin embargo crea en los fieles la conciencia de su responsabilidad en una vida cívica que responda a la verdad, a la justicia y al bien común del hombre. El amor al prójimo no es solamente un principio ético, sino que se motiva en el amor que Dios tiene a sus criaturas. Es nuestra relación con el Padre de todos sus hijos lo que nos hace descubrir la hermandad entre nosotros, como así también el respeto mutuo y el debido a las autoridades que dirigen el destino del pueblo. Donde no hay religión, la moral se hace frágil. El trabajo pastoral es una acción silenciosa, escondida, paciente sobre las conciencias y pone los cimientos sólidos de respeto y lealtad, sobre los cuales la sociedad civil puede construir la convivencia en paz y confianza.
Un lugar preferencial en la formación de las personas es el ámbito de la educación. La Iglesia quilmeña brinda en esa área un servicio notable, no solamente por la gran cantidad de colegios que regentea desde al obispado o desde las congregaciones religiosas, sino también por cuanto en sus institutos se forman muchos maestros/as y profesores, que ejercen después en las escuelas de gestión estatal. Estamos concientes de la enorme responsabilidad que esto significa y estamos contentos de poder brindar este servicio al Estado, para el cual la educación pública de gestión privada significa además un ahorro importante.
El tercer ámbito significativo donde la Iglesia quilmeña se desempeña, es lo social. La Comisión Justicia y Paz, Pastoral Social y especialmente Cáritas se dedican a esta misión. Es ahí, sobre todo, donde la obligación que el Estado y la Iglesia comparten para con los pobres, los débiles, los enfermos, los marginados se hace más fehaciente. La Iglesia no dispone de recursos económicos para responder a las inmensas necesidades y carencias de nuestra gente. Pero sí, gracias a Dios, tiene miles de fieles que ponen su corazón, su tiempo y su talento, para estar cerca de los vecinos que necesitan de una mano tendida. Aún si el Estado pudiera responder materialmente a la enorme demanda, nunca debería faltar el gesto de afecto y comprensión para con el necesitado. San Vicente de Paúl, este apóstol de la caridad, decía: “El pobre te perdona el pan que le das, solamente, por el amor con que se lo das”. Quizás sea esto lo más importante que las obras caritativas de nuestra diócesis puedan aportar al esfuerzo común. Nos alegra, además, que nuestra Cáritas haya podido brindar su aval delante del Estado a muchas iniciativas de vecinos que hoy se gestionan con plena autonomía.
Con gratitud y alegría acepto la distinción que el Honorable Concejo Deliberante me confiere; pero en justicia quiero compartirla con todos aquellos que ponen el hombro en nuestra Iglesia quilmeña. Muchos de ellos ya lo hacen desde los tiempos de mi antecesor, Mons. Jorge Novak, con quien comprendieron que ser buen ciudadano y ser buen cristiano son cualidades que se reclaman mutuamente.
Deseo a este Honorable Consejo y al Poder Ejecutivo los dones del Espíritu de Dios y que las virtudes cardinales de la prudencia, de la justicia, de la fortaleza y de la templanza sean las líneas rectoras en la conducción de esta querida comuna de Quilmes.
Mons. Luis T. Stöckler, obispo de Quilmes
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