Jueves 3 Jul 2014 | 09:24 am
Mons. Novak, en el recuerdo de los fieles diocesanos.
Quilmes (Buenos Aires) (AICA): El miércoles 9 de julio se cumplen 13 años del fallecimiento de monseñor Jorge Novak, primer obispo de Quilmes. Por este motivo, se hará memoria agradecida por su vida y por su ministerio con una misa a las 11 presidida por el actual obispo, monseñor Carlos José Tissera, en la catedral de la Inmaculada Concepción. El lema que convoca a la misa de acción de gracias es «Misionero de la alegría del Evangelio».
El próximo miércoles 9 de julio se cumplen 13 años del fallecimiento de monseñor Jorge Novak, primer obispo de Quilmes. Por este motivo, se hará memoria agradecida por su vida y por su ministerio con una celebración eucarística presidida por el actual obispo, monseñor Carlos José Tissera, en la catedral de la Inmaculada Concepción, prevista para las 11. El lema que convoca a la misa de acción de gracias es «Misionero de la alegría del Evangelio».
Monseñor Jorge Novak nació el 4 de marzo de 1928 en San Miguel Arcángel, un pequeño centro rural bonaerense. El 1º de marzo de 1953 realizó su profesión perpetua en la Congregación del Verbo Divino. Casi un año después, el 10 de enero de 1954, fue ordenado sacerdote.
Cursó estudios superiores en la Universidad Gregoriana de Roma donde en 1958 obtuvo el doctorado en Historia de la Iglesia. En la congregación del Verbo Divino fue prefecto de estudiantes de teología, rector del seminario, consejero provincial y desde 1972 superior provincial. En 1976 fue elegido presidente de la Conferencia Argentina de Religiosos.
El 7 de agosto de 1976, Pablo VI lo nombró primer obispo de Quilmes, diócesis creada por el mismo Papa. Fue consagrado obispo y tomó posesión de la diócesis en la catedral de Quilmes el 19 de septiembre de ese año. La celebración fue presidida por el nuncio apostólico, monseñor Pío Laghi, siendo obispos consagrantes monseñor Jorge Kemerer y monseñor Antonio Quarracino.
Desde 1977 fue profesor de Historia de la Iglesia en el Centro de Estudios Filosóficos y Teológicos de Quilmes y en el Instituto Diocesano de Catequesis. En 1985 fue nombrado profesor titular de la cátedra de Derechos Humanos en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora.
En la Conferencia Episcopal Argentina ocupó diversos cargos: entre 1979 y 1980 integró la Comisión Especial para el Congreso Mariano de Mendoza. Luego fue Miembro de la Comisión Episcopal de Educación Católica (1982-1985), de la Comisión Episcopal de la Pastoral Social (1985-1986), de la Comisión Episcopal para las Misiones (1988-1993), de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada (1993-1996) y Presidente de la Comisión Episcopal para la Pastoral de la Salud (1993-1999). Era miembro de la Junta de Historia Eclesiástica Argentina.
En 1984 viajó a Costa Rica para disertar en una conferencia sobre Derechos Humanos; allí comenzó a sufrir los primeros síntomas del síndrome de “Guillén Barré” que luego paralizó todo su cuerpo. Este trastorno no fue motivo para que Mons. Novak detenga su actividad episcopal. Lentamente comenzó a recuperar su motricidad y siguió adelante con su ministerio.
Durante su vida en la diócesis de Quilmes, monseñor Novak recibió muchas distinciones: en junio de 1985 recibió el Premio Ecuménico Maimónides, otorgado por el Instituto Superior de Estudios Ecuménicos. En 1993 fue declarado Ciudadano Ilustre del Partido de Quilmes “por su lucha en tiempos difíciles, contrarios de la dignidad del ser humano”, según lo expresó la ordenanza municipal que documenta este reconocimiento. En marzo de 1994 fue nombrado Profesor Honorario de la Universidad Nacional de Quilmes.
El 9 de julio de 2001 falleció, dejando el legado de 25 años de servicio a la evangelización, la opción preferencial por los pobres, la defensa de los derechos humanos y el diálogo ecuménico en la diócesis de Quilmes. Su cuerpo descansa en la catedral de Quilmes, al lado de los restos de Mons. Gerardo Farrell, su obispo coadjutor.+
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