Falleció monseñor Ignacio Bozagie, sacerdote quilmeño
Ezpeleta (Buenos Aires), 28 Feb. 11 (AICA)
Diócesis de Quilmes
Tras estar internado varios días en el Sanatorio Modelo, de Quilmes, el viernes 25 de febrero falleció monseñor Ignacio Bozagie, quien el 1° de noviembre pasado había cumplido 90 años de edad.
El sacerdote fue velado el sábado en la parroquia Santa Teresita del Niño Jesús, de Ezpeleta, donde el obispo de Quilmes, monseñor Luis Stöckler, presidió una misa de cuerpo presente.
Luego, sus restos fueron trasladados al cementerio municipal de Ezpeleta donde recibieron cristiana sepultura.
El canciller de la diócesis de Quilmes, presbítero Armando Dessy, hizo una semblanza del sacerdote fallecido, quien transcurrió más de cincuenta años de su vida y ministerio sacerdotal en la localidad de Ezpeleta, partido de Quilmes.
Nacido en Aleppo, Siria, fue ordenado sacerdote en Nuestra Señora del Líbano, de Daroun, Líbano, el 10 de mayo de 1945. Luego de algunos años de ministerio sacerdotal en su patria, llegó a estas tierras junto a familiares que buscaban nuevos horizontes aquí, como tantos otros compatriotas suyos.
Asignado por monseñor Antonio José Plaza, arzobispo de La Plata -diócesis a la cual pertenecía entonces el partido de Quilmes-, como colaborador de la parroquia Inmaculada Concepción (la actual Catedral), comenzó a atender la zona de Ezpeleta y la construcción del templo de Santa Teresita del Niño Jesús. El 11 de mayo de 1958 se concretó la creación de dicha parroquia y el 11 de mayo de 1960, fue nombrado párroco.
En las largas décadas como sacerdote de Ezpeleta pudo concretar la creación de los colegios Primario (1969) y Secundario (1998) que llevan el nombre de la patrona de la parroquia, para atender las necesidades educativas de niños y jóvenes de la zona. Se desempeñó como representante legal de ambas instituciones.
Apreciado por sus colegas y por los pastores que lo tuvieron como colaborador en el presbiterio, desde monseñor Plaza hasta monseñor Stöckler, fue nombrado Prelado de Honor de Su Santidad, Juan Pablo II, el 11 de agosto de 1999, tras gestiones de los obispos quilmeños Jorge Novak y Gerardo Farrell.
Probado por la enfermedad en los últimos tiempos, supo sobrellevarla con entereza como buen discípulo del Señor Jesús, entregándole su alma el 25 de febrero de 2011.+
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